EL ARBOL DE MI BARRIO
Llevo casi 3 años sin agua
en Lima nunca llueve
garúa, tan sólo llovizna.
La llovizna es como el rocío
pero aquí estoy parado
sin torcer, sin regatear nada
derecho, pero herido en mi corteza.
Unos malditos, quisieron demostrar su amor
grabando sus nombres en mi piel,
en un corazón sus apodos,
Beto y Rochi…